Antonio Orozco: "No esperaba que fuera la noche más bonita de mi vida"
Colas. En las gradas la gente busca sus butacas y la pista es un campo de cabezas y abanicos. Son casi las diez y la expectación es absoluta. Por los altavoces del escenario suena The Small Print de Muse y una voz femenina anuncia la cuenta atrás para el inicio del espectáculo. Se desvanece la banda sonora que desentona con lo que vendrá después y, de repente, los ojos del gigante enfocan al público enmudecido, que ahora no sabe dónde mirar.